miércoles, 17 de octubre de 2012

De la Huelga en la Educación, o “sobre el paro de 72 horas en el sistema de adoctrinamiento estatal”

 

Durante 3 días estamos convocados a realizar un paro en la educación. Un paro porque estamos viviendo unos recortes en los medios que se nos proporcionan para ella que, además de ser históricos, van camino de convertirse en tradición.
Llevamos ya años en los que curso tras curso se reduce profesorado, se les arrebatan medios, etc. y a nosotros nos modifican los planes de estudio segregando a los “tontos” de los “listos” cada vez antes, ofreciendo peores servicios y unas materias dudosas...
Pero lo grave del asunto no está aquí – o no solo aquí - , lo grave del asunto es que por sistema, cuando se convocan huelgas* de estudiantes o profesores, manifestaciones u otros actos, son convocados para defender una educación de mierda. Cómo no vamos a movilizarnos contra los recortes sobre los alumnos y profesores ¡sería lo último! Convertir la escuela, el instituto o la universidad en algo tercermundista o para ricos merece estas respuestas y más, pero que exijamos la “defensa de la educación pública”... cuando ni es pública, ni es gratuita (y de la calidad ya no hablemos) ¡tiene valor!
Pero ¡vamos a ver! ¿Acaso no somos conscientes de la aberración de escuela que tenemos, teníamos y tendremos ?
Resulta que tenemos que salir a defender una educación donde los alumnos no contamos para nada, somos un número ¿Cuántas veces nos han tenido en cuenta a la hora de hacer con nosotros? Nosotros sufrimos lo malo y lo bueno de las clases pero a nadie le importa un carajo que pensamos o que sentimos. Lo tomas o lo dejas, y pobre del que se rebele. Toda nuestra libertad se reduce a un buzón de sugerencias (ja-ja-ja) que no acepta ninguna de ellas. Nadie nos pregunta cómo enfocar las clases, si nos aburren o nos interesan, si nos divierten o nos estresan ¡Hasta nos imponen lo que debemos leer!
Claro, la vida del estudiante es así de dura. Tenemos que “dar la gracias por poder estudiar”, pero resulta que tenemos que sacrificarnos y sufrir para “el día de mañana”. Es decir para que estemos acostumbrados a que en un trabajo de mierda – porque va a ser de mierda estudiemos o no. Engaños los justos – nos obliguen a no llegar un minuto tarde, a “no hacer corrillos” con los compañeros, a no protestar al jefe y a llevarnos trabajo a casa si nos lo mandan ¡Y a todo chitón! ¿A qué se parece al instituto? Y escoge un delegado de clase ¿A qué jamás te sirvió para nada serio? Pero da igual, tienes un representante que te resuelve los problemas (ja-ja-ja).
Resulta que tenemos que defender esta educación con sus asignaturas, que nadie nos preguntó si queríamos o no; si nos interesan o si las aborrecemos. El sistema educativo ejerce la tiranía y no se preocupa ya no por nuestro interés, si no tampoco por nuestros conocimientos. Estudiar, repetir y repetir y repetir hasta memorizarlo como enfermos obsesivos;  luego ya llega el examen y lo vomitamos.
 ¡Y a nadie le importa ya lo que sepamos o dejemos de saber! Cuando nos preguntan si lo comprendimos en realidad quieren decir si lo memorizamos.
Y aquí está la clave: no les interesa si realmente lo aprendemos o no porque los conocimientos que nos meten a presión no sirven para nada, absolutamente para nada, en nuestra vida ¿Cuántas veces tuvimos necesidad de saber la tabla periódica, cuántas de usar un logaritmo? ¿de qué nos sirve saber si el Imperio Romano duró 100 ó 10.000 años? Después de 10 años estudiando el complemento directo, ¿qué?.
Sin embargo, sí que necesitamos pensar, razonar, ser independientes, tener espíritu crítico para no dejarnos llevar por un iluminado ¿Y qué nos dan? Pues nos dan Educación Para la Ciudadanía, Ética... Nada de lo que realmente nos hace falta en la vida.
Si realmente tenemos interés en hacer huelgas contra las políticas agresivas que van contra nuestros intereses ¿por qué no somos radicales – ir a la raíz del problema – de verdad?
La huelga contra los recortes está bien, la huelga por la educación pública es una engañifa y una patraña, es tirar piedras contra nuestro propio tejado.

La huelga debe surgir de asambleas de clase y de centro en las que todas decidamos realizarla y hemos de enfocarla profunda, radicalmente al origen del problema, es decir, al sistema.

Por la educación pública real
Por el pensamiento crítico
Por la EDUCACIÓN
Grupo Anarquista Grisú – Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
g.a.grisu@gmail.com

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