lunes, 21 de mayo de 2012

Debate: Comunicación para la emancipación



La necesidad de los pueblos de emanciparse, sigue siendo el proyecto político de este tiempo, los grandes medios de comunicación de masas están al servicio de los intereses del poder político y del poder económico espurio, todos sus mensajes están enajenados por sus intereses de clases, una mezcla engañosa de cultura populista con clara esencia comercial,  sirve como mecanismos de enajenación en contra de los grandes conglomerados de seres humanos que pugnan y resisten por sobrevivir, dentro de la mayor crisisde occidente y sus valores. Los medios alternativos desde la individualidad y desde lo colectivo, construyen una contraofensiva, que se alimentan de la cultura popular y de la cultura de masas, generando y construyendo a partir de allí nuevas propuestas, que cobran vida con su accionar social, generando la posibilidad de conectar desde pequeños espacios hasta comunidades más complejas, gestando información, divulgando y entregando un testimonio legítimo y una denuncia en relación a las graves situaciones actuales de injusticia, de represión, de violación de los más elementales derechos de nuestras comunidades, los medios de lo alternativo, tienen el compromiso de contribuir en la construcción, de manera definitiva con el deseo legítimo de las grandes mayorías en la búsqueda efectiva de esa emancipación en el momento histórico actual.

La resistencia hoy…
Sobre diversos espacios se alza, entre los hombres, una perpetua frontera que los separa, un espacio más allá de lo físico, lo real, lo imaginario, más allá de las geografías, de los límites, de los sistemas ideológicos, un espacio lleno de prejuicios en todo orden donde la discriminación étnica, social, la xenofobia, el racismo; son parte del día a día y toman vida bajo la mirada indiferente de una gran mayoría de nosotros, allí les son violados todos sus derechos, el etnocidio, la terrofagia, el ecocido, la transculturización, la explotación minera por parte de grandes trasnacionales, las misiones religiosas, la represión, la negación del otro, son instrumentos de un sistema mundial, de un pensamiento único, que niega la diversidad y que intenta imponer a toda costa su visión, su sistema de valores, que amenaza la existencia física y cultural de estos pueblos.
Imágenes que comunican, encuentran identidad en la resistencia, en la lucha cotidiana de estos pueblos y minorías por el respeto a sus derechos. Se trata entonces de dar voz a estos espacios, y correr el riesgo de convocar la reflexión y la acción. Se trata de visibilizar estas luchas y estas resistencias.
Esta síntesis visual despliega su capacidad expresiva en lo conceptual y estético, y crea una propuesta que indaga, testimonia y divulga, desde el interior de esta confrontación, asumiendo un compromiso y profundizando la búsqueda de un nuevo documentalismo crítico, contribuyendo como agente de una visión que busca transformar la mentalidad existente hacia estos pueblos y minorías, y la visión que tienen estas comunidades de sí mismas. La fotografía con sus valores propios nos acerca a estos mundos, logrando la posibilidad de una conexión real, la posibilidad de reflejar a través de este medio los conflictos por existir, como pueblos que hoy luchan por sus legítimos derechos.
El aporte, de cada uno de nosotros, como comunicadores con compromiso humano y social, se inicia al apropiarnos de nuestra verdad historia, de nuestras raíces y nuestras necesidades y expectativas, para así hacernos visibles ante un mundo que nos aplasta y nos impone un modelo como verdad única. Sólo desde adentro, desde nosotros, desde lo pequeño, podremos lograr cambios en este orden y realmente demostrar lo que somos y no la realidad conveniente que reproducen los medios sobre nosotros, asumiendo lo que somos desde lo pequeño, comunicando y confrontando a los medios que nos desdibujan al lado de sus políticas dominantes de estado y su de su poder económico. Una comunicación que trasgreda los muros de la ficción, de la publicidad y de los medios de masas.
Cada uno de nosotros es un comunicador, en nuestros barrios, en nuestros centros de estudios, en nuestros centros de trabajo en nuestras comunidades. Cada uno de nosotros debemos convertirnos en  difusores del rescate de nuestra memoria. Y así lograr ese estadio de emancipación, sólo nosotros mismos nos liberaremos de la esa visión que nos desvirtúa. Cualquier instrumento es bueno para comunicarnos, una palabra, un grafiti, un periódico, una voz, un grito, una canción, un poema, una fotografía etc. Todos somos comunicadores, todos somos sujetos activos de la historia.
 
 

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